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Foto del escritorJoaquín Arteaga

Pensar la producción de imágenes en una era con Inteligencia Artificial

Actualizado: 8 nov 2023

Programas como Stable Diffusion, DALL-E o Midjourney incorporan inteligencia artificial (IA) para crear y editar imágenes con resultados impresionantes. Otros, como AI.Google diseñan modelos que sirven para la creación de planes de marketing desde cero. En el futuro, estas inteligencias artificiales podrían asumir tareas en campos como la creación de contenido, marketing, ilustración y diseño.

DALL-E y Midjourney y ChatGPT (otra IA) están disponibles libremente, y desde su lanzamiento en 2022, se suelen encontrar opiniones sobre sus posibles repercusiones, en muchos casos fatalistas, en campos como la ilustración, la pintura, la fotografía y otras áreas creativas. Es usual encontrarnos con apresuradas afirmaciones acerca del fin de puestos de trabajo o la obsolescencia de técnicas, pero es importante no tomarlas literalmente, sino como declaraciones provocativas.

Es importante considerar que declaraciones similares se han hecho en distintas épocas de la historia de la pintura, el cine y el teatro. El objetivo de este texto es contextualizar algunas de estas declaraciones para obtener mayor claridad sobre nuestra perspectiva en cuanto a la producción artística y la implementación de programas de inteligencia artificial (IA).


EL ARTE NO-OBJETIVO DEL SUPREMATISMO RUSO


En 1972, Kasimir Malevich proclamó la muerte de la pintura a través del manifiesto del movimiento suprematista ruso: El mundo no objetivo. Esta obra destaca del periodo moderno de la historia del arte occidental por rechazar el realismo como expresión ideal de lo que el arte debería evocar y por recuperar como influencia las ideas de los movimientos futuristas y cubistas.

La declaración del artista ruso defendía su propuesta como artista. Kasimir Malevich es el autor de cuadros como “blanco sobre blanco” (1918) o “cuadrado negro sobre fondo blanco” (1923) en donde el título describe literalmente lo que contiene el cuadro. Malevich buscaba una manera de llegar a la abstracción pura, es decir: evitar cualquier referencia “natural” del mundo (ojo aquí, porque la distinción entre lo natural y lo artificial podría ser interesante a discutir si nos preguntamos por la autoría de una imagen creada con IA).

La búsqueda de imágenes no-objetiva o naturales de Malevich le llevaron a separarse de cualquier referencia en imagen que pudiera predisponer la experiencia contemplativa de su obra. Lo radical de esta búsqueda se vincula con la declaración sobre la muerte de la pintura porque supone la búsqueda de una manera de pintar y representar la experiencia de vivir distinta a la pintura figurativa. En la actualidad podemos decir que la obra de los suprematista forma parte de la historia del arte occidental como uno de los movimientos más radicales y dio pasó a la ruptura del arte figurativo como "la" manera de pintar, pero no la erradicó.

El movimiento que lideró Malevich es un episodio importante en la historia del arte occidental. Tiene en común con otros movimientos que cuestionó las convenciones de su época sobre el modo de crear imágenes. En particular su búsqueda por una abstracción pura desafió el valor que se le daba al dominio técnico como indicador de lo que se consideraba arte.

Asimismo, los debates actuales sobre el uso de las IA han permitido poner en revisión el valor de la técnica, la originalidad y la voz del artista como indicadores de lo que es o no arte. Pero en esta era, la IA también pone en revisión “lo humano” en el proceso creativo; incluso algunos de las opiniones más extremas sugieren la muerte del arte o la muerte de la escritura, en favor de la hiperproducción de imágenes artificiales (si es que le podemos llamar así). Estas opiniones, que podríamos llamar deterministas, no solo son alarmantes por sus consecuencias en cuanto a lo que podemos llamar arte, sino por sus repercusiones económicas de la industria creativa.

Te has preguntado ¿Cuáles actividades artísticas quedarían obsoletas con la llegada de las IA? O ¿Qué profesiones están en renegociación en el campo laboral? Para darles respuestas conviene tomar en cuenta la velocidad con la que cambian las plataformas en internet, (como ocurrió recientemente con Twitter, ahora X) y el objetivo del diseño tecnológico de simplificar la experiencia del usuario.

Tomemos como ejemplo programas como Canva, que demuestran que no es necesario tener un dominio técnico de edición para obtener resultados competitivos. Sin embargo no por ello nos convertimos en diseñadores por usar Canva. Esta herramienta no aborda todas las funciones de un diseñador, pasamos por alto las labores relacionadas con la maquila de objetos físicos, la planeación de estrategias de comunicación, el trabajo de relaciones públicas, el mantenimiento del equipo y la actualización de este, etc.

En gran medida la controversia sobre la alarma de las IA viene del desconocimiento de la compleja labor de profesionales creativos, además de que esta lógica determinista reduce el valor de las profesiones solamente al manejo de herramientas especializadas, si seguimos esta misma lógica la aparición de nueva tecnología supone la oportunidad de nuevas profesiones y especializaciones. ¿Qué tan lejos estamos de que estas actualizaciones se incorporen como prácticas habituales de profesionales del diseño y la creación de imágenes? Para dimensionar esta pregunta, resulta pertinente pensar en la importancia de la imagen en una era post fotográfica en donde se aproxima que existen 500 millones de celulares, tan solo en América Latina, esto es casi el 60% de la población.


UNA BREVE INTRODUCCIÓN A LA POSTFOTOGRAFÍA


En una entrevista para el periódico "El Independiente", Joan Fontcuberta, un aclamado investigador de la imagen y referente del concepto de postfotografía, admitió que, durante los primeros años de su carrera como investigador, la idea de poner una cámara en los teléfonos celulares le parecía una estupidez. Sin embargo, si reflexionamos honestamente, antes de internet, ¿quién hubiera predicho las selfies o la batalla entre plataformas de streaming? ¿Quién hubiera pensado en nombrar el miedo irracional a estar sin teléfono móvil?

Tiempo después de esta entrevista, Joan Fontcuberta publicó La furia de las imágenes un libro clave para entender a la postfotografía como una era en la que la popularización de dispositivos móviles ha sacudido “todas las facetas de la vida, de las relaciones personales, a la economía, de la comunicación a la política” (p.32). En resumen, Fontcuberta señala aspectos clave de esta era: la instantaneidad, la globalización y la desmaterialización.

Esta era postfotográfica no parte solamente de la invención de los teléfonos con cámara, "no consiste en el nacimiento de una nueva técnica, sino la transmutación de unos valores" (2016). La invención de los celulares no es lo que ocupa a Fontcuberta, y los estudios en postfotografía, sino el estudio de cómo una forma particular de crear imágenes transformó nuestra perspectiva de la fotografía y de los valores que le damos a las imágenes.

Para tener más clara esta nueva forma de crear imágenes, tomemos en cuenta que en sus inicios, una fotografía era incuestionablemente reflejo de algo verdadero. Roland Barthes, tenía un particular interés en este tema. Desde el campo de la semiótica, Barthes distinguió a la fotografía del resto de las imágenes a partir de enfatizar que cuando estamos viendo una foto, no es la foto a la que vemos, sino que fijamos nuestra atención en un ¡instante irrepetible! Por ejemplo: si estamos frente a una fotografía de nuestra infancia, probablemente nuestra atención está fija alguna memoria referente a esa fotografía.

Barthes destaca que la fotografía se distingue de otras imágenes al llevar su referente consigo (pp.30-33). Esta condición forma parte de nuestra percepción de lo fotográfico de una manera tan honda, que se ha vuelto uno de los valores centrales cuando tratamos de explicar ¿Qué es la fotografía? En la actualidad conviene pensar en la facilidad y velocidad con la que tomarnos fotografías con nuestro celular, tomar selfies podría ser vista como una práctica de autodocumentación.

Ahora, si enfrentamos a la imagen fotográfica con la capacidad de las IA de producir imágenes hiperrealistas ¿Qué diría Barthes? ¿Podrían existir fotografías de algo que nunca ocurrió? ¿Podremos tomar fotografías del pasado? Estas preguntas podrían ser interesantes para reconocer el panorama al cual apunta la postfotografía, pero para poder llegar a una conclusión en este artículo propongo, dar pausa a ellas y recuperar dos temas. En primer lugar, la distinción entre el diseño y manipulación de imágenes y fotografías. Y en segundo lugar, los cambios en la distribución y consumo de imágenes.

En cuanto al primer tema, hace falta establecer “manipulación” como una práctica de edición que intenta hacer pasar una imagen cómo referente incuestionable de un hecho real. Es decir, la invención de un evento a partir de la validación de una imagen como su referente objetivo. Actualmente, los programas de edición permiten diseñar imágenes indistinguibles de una fotografía, o sea, diseñar fotografías para inventar situaciones, historias, noticias, etc. Esta manipulación trae una advertencia importante respecto a los usos que se le pueden dar a una IA y no podemos pasarla por alto.

El trabajo de Joan Fontcuberta es esencial para reflexionar en esta dirección, especialmente su enfoque en la fotografía como una práctica de archivo o de documento. En este sentido la imagen veraz siempre está en duda y acallada, nunca habla por sí misma por lo que hay que hacer hablar al archivo.La producción de imágenes manipuladas no es el problema, sino la repetición que hacemos del sentido de esas imágenes, lo que nos lleva al segundo tema los cambios en la distribución y consumo de imágenes.

Aunque no podemos prever con certeza los cambios que se presentarán, la velocidad con la que producimos y consumimos imágenes nos lleva a imaginar un futuro que se siente cambia cada cinco minutos, un mundo en donde la impermanencia nos ha vuelto desechables, un futuro en donde la competencia se ha vuelto una actualización insostenible para la mayoría. Nuestras reflexiones sobre los cambios en la distribución y consumo de imágenes tendrían que considerar la brecha económica que trae esta velocidad y con ello poder salir de la lógica de consumo y caducidad que van dejando obsoletos por el despojo de su valor; a profesiones, herramientas e interfiere con otra maneras de ser.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Fontcuberta, Jean. (2916). La furia de las imágenes. Notas sobre la postfotografía. Barcelona. Galaxia Gutenberg. pp. 27-60.

Gonzalez, J. (2019). El suprematismo, Kasimir Malevich y el arte contemporáneo. https://www.ttamayo.com/2019/08/el-suprematismo-kazimir-malevich/

Mobil for development foundation Inc. (2022). La Economía Móvil en América Latina. https://www.gsma.com/mobileeconomy/latam/



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