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Foto del escritorDalila Flores

Prisma metodológico: colorimetrías sociopolíticas

Actualizado: 8 nov 2023


La creatividad e imaginación radical son núcleo importante de reflexiones y prácticas que, cual prisma, tienen el potencial de diversificar tonalidades críticas y poner en operación metodologías ricas que involucran y tejen un rompecabezas de acción social comúnmente no ensamblado. Aquí se pretende iluminar la manera en la que el implemento de estas crea ángulos y aristas críticas sobre imaginarios establecidos y así fractura ordenes sociopolíticos e históricos.


La noche del pasado 1 de agosto del 2023, se detonó uno de los tentáculos del leviatán mediático sobre la población mexicana. Poco sabían los mexicanos lo que iban a escuchar en su noticiero nocturno.

“Hechos Noche” se transmite desde el año 1994 hasta la fecha (2023) y bajo la conducción del mismo que lo inauguró desde aquella vez con las palabras: “esta noche en Hechos” que hoy son estandarte del programa. A lo largo de los años, Javier Alatorre logró posicionarse como el líder de Fuerza Informativa Azteca (FIA). Si bien Alatorre es de importante mención, lo es también la estructura que sostiene. TV Azteca aún se coloca hoy en día como una de las dos cadenas más importantes del oligopolio mediático mexicano. Propiedad de Grupo Salinas, desde su fundación en el año 1993, esta cadena ha ofertado múltiples contenidos a la población mexicana y se coloca como uno de los dos mayores productores televisivos a nivel mundial. Tanto el conductor como la estructura mediática que sostiene, consolidan la importante mancuernilla mediática que distingue una potencia nata de las instituciones mediáticas de intervención en los fenómenos sociales.

Por ahí dicen que el nuevo narcisista es quien se cree ciudadano libre de la acción del poder mediático. Yo digo que no es del todo así. Sin lugar a duda, la hyperconexion actual pide considerar a los medios de comunicación masivos con la capacidad de interferir en el espacio-tiempo desde muchos ángulos y vértices, pero este nuevo espacio-tiempo se construye sobre constantes negociaciones y tensiones; es en la socialización que los contenidos de una institución mediática se llegan a negociar, rechazar o adaptar a la cotidianidad de los sujetos o, dicho de otra forma, en un determinado sistema hegemónico. Es evidente que el proceso televisivo tiene un extraordinario potencial para causar un efecto e incidir en las agendas de los sujetos; es justo en esta afirmación que se debe girar la mirada.

Muchos análisis de los medios versan en torno al análisis de contenido y al discurso que generan los productores. Desde esta perspectiva, se limitan muchos vértices de observación y si nos ceñimos a esto, estaríamos esbozando un cuadro monocromático, asumiendo los mensajes como totalmente efectivos y dejando de lado los marcos de lectura con los que se abordan dichos contenidos. De esta forma, al modificar el paradigma crítico, la televisión, más que proyectar sistemas simbólicos, vehiculizar ideologías y manipular realidades, se sumerge en el proceso semiótico y paradójico de construir mutua realidad, siempre a expensas de la negociación de los sujetos, pues son estos quienes inauguran y sostienen el proceso de renegociación, recirculación, reproducción y recreación.

Así, es posible dar cuenta de que el proceso de televidencias (Orozco, 2022) es mucho más complejo que la escueta consideración que conlleva tomar a las audiencias como “legos” mediáticos a la espera del noticiero nocturno para consolidar sus orientaciones prácticas.

Es en la conversación que se encuentra la riqueza de análisis y el poder de acción. ¿Cómo es posible rastrear estas socializaciones y apropiaciones de los contenidos a los que nos enfrentamos día con día al encender el televisor? el espacio socio digital se ha consolidado como escenario, espacio de voz y pugna para las audiencias. Por tal, la búsqueda de la justicia y la comprensión demanda un estudio transversal de los fenómenos sociales, desde la producción y sus contextos sociohistóricos, hasta las gramáticas sociales que se construyen en su particular resonancia. Con estas consideraciones, se puede acercar a una exposición más precisa de los matices ideológicos, su adaptación, su rechazo y en un plano mayor, los sistemas, las relaciones de poder que alimentan y la consolidación de símbolos que dibujan las realidades cotidianas.



PRIMERA PARTE

Figuras, agencia, dirección e ideología


El primero de agosto de 2023, Javier Alatorre comenzó el discurso:


“yo soy Javier Alatorre qué bueno que está con nosotros y esta noche vamos a iniciar con un asunto muy serio. Los libros de texto gratuitos que la Secretaría de Educación Pública quiere distribuir para el próximo ciclo escolar es un asunto serio porque México está en peligro por un virus que se creía erradicado, el virus comunista. Su resurgimiento está en la educación comunista que la Secretaría de Educación Pública Busca imponer a las niñas y a los niños de México. Estamos ante una conspiración fraguada por comunistas trasnochados como el director de materiales educativos de la SEP Marx Arriaga y el subsecretario Luciano Concheiro “el Marx mexicano” sí, Marx. Incluso trajo de Venezuela al exfuncionario chavista Sadi Arturo Loaiza. Los manuales que van a utilizar los maestros es otro tema también serio. Los manuales que se van a utilizar para la educación, que van a utilizar los maestros para la educación de los niños están en contra de la libertad buscan convertirlos en esclavos sumisos de una dictadura comunista, son las guías de la educación comunista que pretenden que los niños no lean no aprendan matemáticas, lógica, ciencias, ética o historia sin distorsiones”


Varias cosas llaman la atención sobre este discurso inicial, pero en este punto, coloco la lente en el primer vértice del proceso, ese que en lo personal me causa una indescriptible inquietud cuando es tomado como punto final en lugar de lo que es: un punto sociohistórico, semiótico y contingente. En la siguiente nube de palabras, se muestra de manera visual las palabras predominantes a lo largo del discurso desarrollado en Hechos Noches a lo largo de las dos semanas en donde el tema de los libros de texto gratuitos fue el tema titular del noticiero. Esta discusión, sumando los fragmentos dedicados al tema, tuvo un total de una hora con cincuenta minutos.




Ilustración 1. Palabras con mayor frecuencia en los discursos recuperados del 01 de agosto al 11 de agosto del 2023 desde el canal oficial de Azteca Noticias. Fuente: Youtube.



Si bien las palabras pequeñas muestran los refuerzos ideológicos que sostienen el discurso, las palabras con mayor presencia se pueden utilizar para establecer el contorno ideológico de dicha postura mediática. “Libro”, “Educación”, “Texto”, “Maestro” y “Comunista”. Con estas palabras como guía, se da cuenta de que el énfasis va más allá del tema primario. Agrupando de manera semántica, se logra girar la perspectiva hacia lo que implica pensar estas palabras: materiales simbólicos (“Libro” y “texto”), instituciones (“Educación” y “Maestro”) e ideologías (“Comunista”). Es interesante observar el refuerzo de verbos que invitan a la acción colectiva en contra de los materiales en cuestión. Como ejemplo de esto se encuentra “podemos”, “llamado” y “frenar”. De esta forma, se perfila una narrativa mediática cuya diana puntual se consolida en elementos simbólicos creados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), siglas que de igual forma perfilan entre las más utilizadas en el discurso.

Es aún más interesante la manera en la que se contornea las figuras principales. En el desarrollo del discurso, se extraen y subrayan enfáticamente a los sujetos que son población y personajes de esta institución: “Maestro”. Una diáspora transversalizada por su condición de empleados y de población, involucrados, dependientes pero independientes al aparato del Estado que lidera dicha Secretaría. Se pinta un cuadro con muchas víctimas y un solo enemigo. Seguido de “Maestro” viene la figura del “Niño” y “Padre” que contornea una posible referencia sobre un destinatario de los verbos colectivos. Se acentúa “Niño” sobre “Padre”, quizá por la necesidad de remarcar una víctima de este asalto ideológico y seguido de esta, la figura capaz de frenar dicha atrocidad. Una vez fuera de las figuras primarias del proceso de significación, también se puede distinguir cierta dirección del discurso mediático. Comenzando desde una raíz individual, se intenta erguir una cortinilla de opinión deslindada de polémicas políticas y orientadas hacia la búsqueda de un bien personal que asciende en varios grados. Este viaje parte del uso enfático del pronombre personal “Yo”, pasa por la identificación de “Niño”, “Niña”, “Padre”, “Madre”, “Maestro” y hace su primera parada sobre la institución de la “Familia” (también con énfasis). Estos términos encuentran en el trayecto adjetivos como, “falta” y “oprimido” coronados por verbos que implican la agencia de un tercero como lo son “deben”, “dicen” y “quieren”. Es interesante la manera en que estos tres verbos se colocan de forma marcada en el discurso, como si cada mención fuera una pincelada al enemigo, estos verbos, implican de forma inherente un determinado potencial de acción, un potencial que se desvanece y se desplaza desde las figuras hacia el Estado-Nación.

Pero el trayecto discurso no termina ahí. Con verbos como “tenemos”, de la individualidad y la familia, se llega hacia el colectivo “México”, que figura también en las palabras más utilizadas. Se reafirma la insistencia por parte de la cadena por enfatizar la relevancia nacional de dicha polémica que atraviesa la configuración identitaria individual, hasta llegar a la consolidación de una identidad cultural. La creación de una sensación de identidad y pertenencia, de una identidad individual hacia el ideal colectivo “México” sostenido ya no por la institución del Estado sino por la institución de la “Familia” que es llamada a tomar acción.

Para hacer tambalear una institución, es preciso atacar sus símbolos. Más allá de arremeter contra la supuesta misión de la Secretaría de Educación Pública, lo que esta institución mediática desea colocar, no es la cuestión de una ideología inferior o peligrosa, sino la extrema capacidad del Estado-Nación para corromper imaginarios hegemónicos.

El cuadro de socioterror se continúa esbozando a través de la facilidad de las pantallas y mediante recursos históricos prestados, utilizando nombres, geografías (“Lenin”, “Marx”, “Cuba”, “Venezuela”) y marcos de interpretación. Pero la interpretación no es un resultado matemático y los interpretantes no son sujetos aislados; los marcos de interpretación se construyen sobre procesos de significación situados y contingentes. Queda claro que, de los pixeles, lo que se transmite es la postura de la institución mediática que la teje: una realidad mediática, un terror mediático que llama a los flancos accionarios de la cotidianidad a la deconstrucción de un complejo ideológico que arremete contra la normalidad de un sistema capitalista.

Llama la atención que, a pesar de su uso enfático de la historia, el gran argumento discursivo (que se evidencia a través de figuras históricas previamente aquí mencionadas) versa sobre la implementación de un terror histórico que intenta sustentarse en escenarios supuestamente inevitables creados a partir de la teoría del “comunismo”. La paradoja está en que el propio creador de dicha teoría fue el primero en subrayar que la significación de la teoría no puede ser comprendida independientemente de la práctica histórica y social a la que corresponde (Castoriadis, 1975).

La exposición a estos discursos es una pieza importante en la configuración de los lentes individuales que nutren los imaginarios reactivos operantes en la cotidianidad. Más allá de la acción individual, estos también participan en la construcción de marcos que permiten o limitan al individuo a posicionarse en determinados debates y en último fin, en la toma de decisiones (¿lo cual hace pensar en una verdadera democracia?).

Recordemos que esta realidad no es un reflejo, sino un tejido que se termina de hilvanar a través de las reflexiones posteriores a la exposición de la pantalla: en la socialización y las prácticas.



SEGUNDA PARTE

El verdadero agente activo


Con este punto de partida, siguiendo a Michel De Certeau, son las “maneras de hacer” las prácticas que configuran la contrapartida de los individuos y que verdaderamente organizan el orden sociopolítico (De Certeau, 2000). Bajo este mismo autor, se considera un espacio cuando existe movimiento, cuando existen vectores de dirección, cuando hay un cruce de movilidades. Visto de esta forma, dicho discurso se convierte en espacio cuando se mira hacia el conjunto de voces que proliferan a su alrededor. Un espacio de discusión, reflexión y pugna por el acceso y la toma de decisiones sobre los símbolos que consolidan la institución que representa el Estado.

Para la exposición de estas voces, se realizó el mismo ejercicio de exploración sobre los videos que contienen el discurso del 1 de agosto, en esta ocasión, se giró la atención hacia los comentarios.






Ilustración 2. Palabras con mayor frecuencia en los comentarios después del primer discurso del día 01 de agosto 2023 en referencia a los libros de texto gratuitos de la SEP. Fuente: Youtube.


La imagen se realizó con la extracción de 6,722 comentarios. Sobresalen las palabras “Libro”, “Educación”, “TvAzteca” y “México”, seguidas por “comunismo” y “comunista”. El caso de este trayecto expone figuras transformadas, es decir, aquí encontramos referencias que eluden a las instituciones y figuras abordadas desde el discurso mediático: el desplazamiento de “niño”, en donde ya no es solo un “niño” ajeno a la posición de las audiencias, sino que asciende hacia la figura de “hijo”. En este contra discurso, se esbozan duplas de nombres específicos como lo es “Javier Alatorre” y “Amlo” (Andrés Manuel López Obrador” así como la industria mediática origen de la polémica “Tv Azteca” y su contraparte “Sep”: de esta forma, se puede notar una gramática que gira en torno a las posiciones de poder delineadas en el discurso de origen.

Sobresale también “Gobierno”, palabra que no registró mayor relevancia en el discurso anterior y no es una omisión pequeña pues esta hace surgir un determinado sistema con carga sociohistórica y latente: un conjunto que va más allá de una sola polémica, una extensión de los márgenes discursivos. Los que construyen el discurso no son ajenos a las relaciones institucionales de la temática, sino que las entretejen. Entretejen personajes y posiciones como “presidente” y “Salinas Pliego”, como “Morena” y “televisión”.

Por otro lado, la figura de “Maestro” se mantiene estable, así como la participación de agencia individual mediante el pronombre “Yo” y su escalación (e intervención institucional) a “Familia”.

Lo interesante de este contra discurso es la implementación marcada de palabras como “ver”, “mal”, “peor”, “pobre”, “rico”, “ideología” y “verdad”. A través de la palabra “ver” se marca más que una acción, la primera herramienta que toma la población para acceder al discurso, para configurar su postura hacia el tema. Esto es delicado porque mediante la acción de ver, se delimita no solo lo visible sino lo capturable, lo que entra en la mente y como último, lo que se procesa como brújula de prácticas, lo que orienta el cuerpo y su capacidad de acción; recordemos de nuevo a Michel De Certeau que subraya que los actos de habla no se limitan a los actos enunciativos.

Después de esta herramienta, vienen los adjetivos finamente tejidos en el discurso mediático. Los referentes históricos del discurso de origen se intercambian y en su lugar se escriben “odio”, “mentira”, “mal”, “miedo” y “fuera”. Si bien se puede encontrar la palabra “historia” y los referentes “Venezuela” y “Cuba”, sobresale un intercambio de historia por adjetivo.

Es evidente que se dibuja un cuadro causa-respuesta, pero este no es indiferente al reconocimiento de una agencia colectiva. El grosor de la palabra “Gente” y “México” reconoce que para la implementación efectiva de cualquier lado de los poderes planteados, la ejecución de las herramientas colectivas es inminente.



TERCERA PARTE

Multiespacios de acción

El corto análisis evidencia un marco interpretativo que va más allá de las pantallas hacia la consolidación de identificaciones y accionares colectivos. De posiciones enunciativas y herramientas operativas en torno a una temática que logra abarcar más que la pugna por materiales simbólicos y la vehiculizarían de una ideología de antaño.

La deformación de una teoría hacia su conversión en herramienta expone la participación de los medios de comunicación en la determinación de posturas de discusión; una herramienta que llega a poner en juicio la propia democracia y los sistemas que rige.

La intención no es examinar el grosor entero de la problemática, sino exponer la cuna de este y la imposibilidad de declarar una unilateralidad del discurso, así como la irrelevancia de endosar la agencia total a los medios de comunicación. No es narcisismo, es un mecanismo multi espacial que aterriza y es efectivo solo mediante el proceso reflexivo y las operaciones interrelacionadas que transmutan el poder mediático en vocabulario corporal activo.

En este juego de producción-recepción no solo se juega la aplicación de materiales como lo son los libros de texto gratuitos, sino la construcción de herramientas propias y “en libertad” con las que se aborda el mundo y se accede al habla.

Para el mes de septiembre del 2023, los libros de texto gratuitos ya están en circulación en la mayoría de los estados de la República Mexicana más no han sido exentos de la consolidación de las posturas mediáticas socializadas: asociaciones de padres de familia han impuestos medidas de prohibición en estados como Chihuahua y Coahuila hasta el punto de categorizarlos como “satánicos” (Cruz, 2023).

No cabe duda de que la escalación de la polémica enuncia la capacidad mediática de ir más allá de los pixeles, pero es el rastreo de la socialización lo que apunta y configura los vértices de alerta, así como los márgenes de acción y creación con los que de un individuo a un colectivo, se pueden mantener o fracturar los accesos reflexivos que dirigen las operaciones y diseños de los órdenes sociales.


REFERENCIAS


Castoriadis, C. (1975). La institución y lo imaginario: Primera aproximación. En La institución imaginaria de la sociedad (pp. 183-268). Fábula Tusquets.

Cruz, N. (2023, 25 agosto). AMLO amenaza a los estados que se oponen: Habrá libros de la SEP lo quieran o no.

De Certeau, M. (2000). La invención de lo cotidiano. I. Artes de hacer. Cultura libre.



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